miércoles, 24 de diciembre de 2014


     Desde la Asociación Escuela Benaiges de Bañuelos de Bureba queremos desearos, en estos días de Navidad, unas felices y entrañables fiestas.

     Esta familia que va creciendo día a día encontrará  un camino en 2015 para hacer realidad su proyecto; y si no lo encuentra, lo creará con vuestra ayuda y entusiasmo.  Que el nuevo año que está por llegar sea para todos nosotros un año pleno de horas vividas y proyectos realizados.
  

domingo, 21 de diciembre de 2014

Sergi Bernal habla de la Asociación Escuela Benaiges y del proyecto de recuperación de la figura del maestro en Barcelona Televisió.

lunes, 15 de diciembre de 2014

El instante mágico de la fotografía



     Se les olvidó dibujar la sonrisa que escondían entre sus labios, alterados como estaban por la ocasión especial. El maestro la esbozó picarona, medio de lado. El retratista pasó por alto recordarles que mirasen a la cámara sonrientes y contentos, tanto como lo estaban minutos antes mientras realizaban los preparativos para la fotografía, tanto como lo estaban siempre que acudían a la Escuela. Fogonazo et voilà, atrapado el mismo instante en el que todos con no poco desconcierto miraban a la mágica caja. Dieciocho pares de ojos que no pestañearon. Para algunos su primer fotografía, puede incluso que la única de su infancia. Para todos un tesoro, una perla a guardar en un baúl junto a los recuerdos dormidos, la fragancia de los membrillos y el calor de las sábanas de retor. 
Emerenciana Palacios, Soledad Palacios y Antonio García.
Detalle del collage "La Perla"


Diecisiete niños y el maestro
Detalle del collage "La Perla"


Puedes conocer la verdadera historia del maestro A. Benaiges en los siguientes enlaces:

 Desenterrando el silencio: Antonio Benaiges, el maestro que prometió el mar


El Retratista

lunes, 8 de diciembre de 2014

...Ya ves que poco a poco se va arreglando tu casa


    "Salud pues, Benaiges, ya ves que poco a poco se va arreglando tu casa".

                                                     Sergi Bernal.

     ¿Qué impulsa a un puñado de soñadores a recuperar un edificio relegado a la distracción y la amnesia? ¿A mantener en pie el último hogar de un maestro y la primera Escuela de muchas generaciones de niños y niñas? Recorrer su alero, retejando, para que el agua de la lluvia no derrumbe el inmueble; sanar sus paredes de la humedad y las grietas; cerrar los boquetes de su suelo; tratar sus vigas y ventanas con remedios madereros; acicalar con pintura blanca sus paredes enfermas. Acciones que van ejecutando brazos voluntariosos y perseverantes, a hurtadillas de su tiempo libre, para rescatarla del desamparo del olvido.

     Cansancio, agujetas y frío.

    Absortos, cada uno piensa en sus porqués, en esas razones que de forma individual les han llevado a colaborar en esta historia de recuperación y dignificación de la memoria de un humilde y desconocido maestro venido de Cataluña a tierras del interior. El murmullo de sus pensamientos vuela lejos. Se entrecruzan, se solapan, se escapan por las ventanas sin cristales de la Escuela. Cada uno deja revolotear su razón personal junto a las otras. Planean todas juntas formando una red cada vez más extensa. Una urdimbre de motivaciones cada vez más densa y apretada, cada vez más compacta y unida.

    Surge otra vez la pregunta: ¿qué impulsa a un colectivo a recuperar la última Escuela de un maestro, partiendo de la nada y muchos sueños? Un único sueño, una trama de razones.

    Nieva en Bañuelos. En el exterior los copos caen en delicado manto. Su acompasado ritmo acompaña el trabajo interior en la Escuela. Se está tejiendo una red cada vez más grande de razones, se está tejiendo un sueño. 

                                                        Gema Marchamalo.


Miembros de la Asociación Escuela Benaiges en labores de recuperación

martes, 2 de diciembre de 2014

Niños de Benaiges, adiós

Falleció otro ex-alumno del maestro Antonio Benaiges Nogués. DEP Eubulo, da recuerdos.
                                                                                                  Sergi Bernal.    


     El barquero les va cruzando a la otra orilla. No es la orilla del mar, cruzan una laguna. Han entregado su moneda y sus seres queridos, aquellos que se adelantaron en el camino de la vida, les esperan. Entre ellos, un varón, moreno de cabello y tez, dibuja media sonrisa en su cara y les tiende la mano para que se apoyen en ella al bajar de la barca. Es el maestro, el mismo que les procuraba calor en la Escuela, el que les compraba almendras o les daba de comer, el que les contaba historias, el que les enseñó a diferenciar las letras de la imprenta, el que convenció a sus padres para ir a ver el mar…

   Junto al maestro hay otros niños y otras niñas. Se van encontrando en la otra orilla, cada uno a su tiempo. Visten como en la fotografía que les hizo el retratista de Briviesca. Son sus mejores ropas. Todos con su mejor aspecto y todos niños de nuevo. En la otra orilla hay una nueva Escuela con todas las niñas y los niños de Benaiges que abandonaron la existencia terrena. Otro más, Eubulo, hoy se encontró con ellos.

    Los niños van cruzando la laguna para abrazar al maestro.

                                                                                     Gema Marchamalo, Maestra.

Fotografía Sergi Bernal

Fotografía Sergi Bernal

Fotografía Sergi Bernal